A las nueve de la mañana dejábamos el coche en la calle del Cavall Bernat y comenzamos la ascensión con las mochilas llenas de ilusion y víveres suficientes como para celebrar nuestra gesta en cuanto llegásemos al Montcau.
El primer tramo aunque corto,se nos hizo un poco pesado.Siempre hacia arriba y constantes escalones naturales formados por piedras y raices.Despues de unos minutos,llegamos a la gigantesca roca que recibe el nombre de Cavall Bernat.
A partir de ahi un pequeño respiro ya que el camino entre bosque deja de ascender y llanea durante unos metros. Después de unos metros,otra pequeña subida y llegamos al camino principal que lleva a la cima de la Mola,nosotros por consejo de Joan,lo dejamos atrás y seguimos la subida sin camino y a través de roca (que simpático el compañero).Otra vez nos machacamos las piernas subiendo y bordeando las muchas paredes verticales que nos encontramos en el recorrido.Volvemos a encontrarnos con el camino principal,esta vez ya no lo abandonaremos hasta llegar a la cima donde se encuentra el Monasterio de Sant Llorenç de Munt.
Llegamos a lo mas alto a las 9:15,descansamos,recuperamos energia con un bocadillo y el primer premio de la montaña.
Después del merecido descanso nos ponemos otra vez en marcha camino del Montcau,ahora el camino es mas generoso,primero bajada entre bosque y después llaneando con unas increíbles vistas del Parque,tiempo para charlar y echarse unas risas.
Después de una hora y media de caminata llegamos al pie del Montcau,una enorme piedra libre de vegetación,pero no de excursionistas.
Comenzamos la subida que es muy constante pero rápida y por fin conseguimos alcanzar nuestro segundo objetivo del día,ya solo queda volver,eso si haciendo primero la obligatoria parada para el almuerzo,eso lo haríamos nada mas bajar de la cima,en un pequeño claro que todo el mundo utiliza para reponer fuerzas.
Ahí no nos privamos de nada(embutido,queso,buen vino, alguna cerveza y un poco de... azúcar)
Después de un buen rato de descanso retomamos el camino para volver a subir la Mola,(con un último tramo que se hace largo),una breve parada para sacar fotos y el descenso hasta el coche.En total fueron siete horas,siiii tardamos mucho,pero lo importante era pasar un buen domingo entre amigos y disfrutar de la montaña.Ademas no esta nada mal para un cincuentón y tres cuarentones,uno de los cuales ha pasado recientemente por una operación de hernia y su consabida recuperación,felicidades Xavi, Pedraforca esta mas cerca.
Próximo objetivo,el Puigmall,pero esa será otra historia.Esperemos que para esa se una algún valiente mas.